sábado, 5 de noviembre de 2016

El texto peridístico en clase. Modelo 4

Piensa en otro idioma y acertarás

Tomar decisiones en una lengua distinta de la materna lleva a conclusiones más reflexivas

 

"¿En qué idioma te lo tengo que decir para que me hagas caso?". Esta frase que miles de madres han lanzado contra sus hijos está, en el fondo, cargada de verdad (como todas las cosas que dicen las madres). Porque una serie de trabajos científicos recientes está dando forma a una realidad sorprendente: pensamos y decidimos de distinta forma si procesamos la información en otro idioma que no sea el materno. Aunque entendamos igual de bien la idea o el problema, al hacerlo en una segunda lengua el resultado será más reflexivo; menos emocional, más orientado a obtener un resultado útil.


"Beneficia al pensamiento deliberativo; te hace pensar dos veces las cosas", asegura Albert Costa, uno de los mayores expertos en bilingüismo gracias a sus investigaciones en la Universidad Pompeu Fabra. Empezó sus estudios en este campo con el dilema del tranvía: ¿tirarías a una persona a la vía para que con su muerte salve la vida de otras cinco personas? El conflicto moral que nos supone empujar a esa víctima solitaria desaparece en muchas personas cuando se lo plantean en un idioma que no es el materno. Las personas que sacrificarían a esa persona en virtud del bien común pasan de ser el 20% de la muestra hasta la mitad. Únicamente porque procesan el dilema en una segunda lengua. Muchos otros trabajos han confirmado estos resultados: en un idioma extranjero influye menos lo emocional y nos centramos en el resultado más eficiente. Somos menos moralistas y más utilitaristas. Siempre se trata de sujetos que manejan con soltura el otro idioma y se ha probado en español, inglés, italiano, alemán... el habla concreta no parece influir.
Costa acaba de publicar un artículo junto a unos colegas en una revista especializada Trends in Cognitive Sciences en el que tratan de explicar los motivos. En otro idioma, no solo nos centramos menos en nuestra primera respuesta emocional en dilemas morales. Además, crece la tolerancia al riesgo y se maximiza el interés por el beneficio. Y nos ofenden menos los insultos.
También este mes se ha publicado una investigación de la especialista Janet Geipel, de la Universidad de Trento, en el que proponían diferentes situaciones en las que las intenciones morales entran en conflicto con el resultado obtenido. Por ejemplo, alguien entrega una chaqueta a un mendigo para que se caliente pero éste termina recibiendo una paliza porque otros creen que la ha robado. Al plantear estos escenarios en el idioma extranjero, los sujetos estudiados valoraron mucho más el resultado que la ética de las intenciones. Geipel había publicado el año pasado otro estudio en el que proponía situaciones con cierta carga de tabú social: un hombre que cocina y prueba la carne de su perro muerto, alguien que trocea una bandera de su país para limpiar un váter, una pareja de hermanos que deciden mantener una relación sexual. Los sujetos debían evaluar del 0 al 10 la maldad del acto. Quienes los leyeron en su segundo idioma otorgaron de media un punto menos de incorrección moral a estas acciones.
No están claros los motivos concretos de este cambio de conducta, de esta doble personalidad lingüística. Costa sugiere un conjunto de razones que estarían interconectadas entre sí: "Por un lado, otro idioma obliga a pensar despacio. Además, entendemos que lo emocional está más ligado a la primera lengua que aprendemos".

Tanto Geipel como Costa suelen mencionar en sus trabajos la situación que se da en escenarios como Naciones Unidas o la Unión Europea, en la que buena parte de sus miembros toman decisiones en una lengua que no es la materna. "Y en multinacionales, en la ciencia, en numerosos ámbitos hay gente trabajando en inglés aunque no es su primer idioma", señala Costa, que está trabajando en aplicaciones para este hallazgo. Por ejemplo, en negociaciones en las que se requiere que los actores aparquen sus emociones y sus escollos personales, centrándose en los beneficios que obtendrían ambos si logran ponerse de acuerdo. Quizá sería una buena idea proponer sesiones en inglés en el Congreso de los Diputados.
                                                         Fuente: Adaptado de ELPAÍS.COM

1. Indica si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas:

Tomar decisiones en nuestra lengua materna nos hace más reflexivos

Las personas que piensan en una lengua extranjera piensan más en los beneficios de las acciones que en los aspectos morales y éticos

El estudio de Geipel se basa en la evaluación de una serie de situaciones normales y cotidianas

En las negociaciones importantes hay que apartar las emociones para lograr acuerdos

2. Relaciona los infinitivos subrayados en el texto con sus respectivas definiciones:

Hacer fuerza contra alguien o algo para moverlo: ________________
Referir o contar una cosa para que se tenga noticia de ella: _______________
Exponer un tema, problema, duda, dificultad, etc.: __________________
Producir un efecto sobre algo o alguien: _______________

3. Une cada palabra con su sinónimo

Campo                                    Comportamiento
Idioma                                    Útil
Estudio                                   Descubrimiento
Motivo                                    Individuo
Conducta                                Ámbito
Práctico                                   Lengua
Hallazgo                                 Investigación
Sujeto                                     Razón

3. ¿Estás de acuerdo con la siguiente afirmación? Justifica tu respuesta.

 “Las decisiones difíciles e importantes es mejor tomarlas en otro idioma”

4. Escribe 5 consejos prácticos para aprender un nuevo idioma.

        -Hay que + infinitivo: Hay que  escuchar la radio en el idioma
        -Es (adjetivo) + infinitivo: Es bueno escuchar la radio en el idioma
        -Imperativo: Escucha la radio en el idioma

5. Expresión: Reflexiona sobre todos los aspectos positivos que te aporta hablar un segundo idioma.