Italia es ya la quinta
nacionalidad con más extranjeros residentes y la única, junto a la china, que
no ha dejado de crecer durante todos los años de la crisis
Francesco Torromacco,
napolitano de 35 años, fue “durante mucho tiempo” el guardaespaldas de
Eros Ramazzoti. Pero ahora busca trabajo en Torremolinos porque en
Italia “la mentalidad es muy cerrada y yo soy una persona libre”,
dice. Lo mismo puede ser camarero que vigilante,
asegura, porque sabe hacer “muchas cosas”. Pero de lo que está seguro es de que
“para no hacer nada, prefiero estar en España”. Llegó hace dos meses, así que
no desespera. Es un inmigrante italiano del sur de la bota, un hombre sin una
profesión definida y uno de los más de 260.000 italianos que residen en España,
la quinta nacionalidad extranjera más numerosa. Pero su perfil no es el más
representativo. No hay un retrato robot, los hay ricos, pobres, cultos,
incultos, hombres, mujeres, del sur y del norte.
"El sol, la
playa, las costumbres, la cultura, todo se parece". Esas cosas, dicen
desde las instituciones, son las que hacen que los italianos hayan decidido
venir en masa a España. Pero hay un dato que hace tambalearse la explicación:
¿por qué no sucede también al revés? En Italia solo hay inscritos algo
más de 20.000 españoles como residentes permanentes. "El amor,
los muchos erasmus que
echan raíces", prosiguen. Pero tampoco en ese punto las cifras corroboran
la tesis: los españoles eligen Italia como principal opción para sus becas
europeas, un total de 12.000. Pero casi todos regresan aunque hayan encontrado
allí pareja. "La precariedad laboral o la falta de expectativas de los
jóvenes", apuntan también. Pero las cifras revelan que España es uno de
los países líderes en esa cuestión y, en principio, un destino inapropiado para
encontrar trabajo.
"¡No crea! Hay más oportunidades laborales en
España que en Italia", apunta Giuseppe Grosso (Milán,
1982). "Allí todo es más
difícil y más burocrático. Hay cribas y exámenes para todo, como
ser dentista, abogado, profesor, periodista o casi cualquier cosa, necesitas
una habilitación de un colegio profesional", explica. Grosso, un muchacho
con el pelo rizado que se da un ligero aire al motociclista Valentino
Rossi, ha fundado junto a un socio español una editorial en Madrid, Altamarea, especializada
en literatura y ensayos italianos del siglo XX. Grosso cree que Italia
ha entrado en una fase de "gangrena" y que su generación, al
menos los más progresistas de ella, entendía que España era "el
epicentro de una utopía mediterránea".
Angela Scrivano (Palermo, 1974), se mudó a Valencia hace tres años, aún en la incipiente salida de la crisis. "Cada semana veía en la televisión como España escapaba mejor de la crisis y muchas empresas se iban a este país", comenta esta mujer, que es administrativa y estudió un bachiller en gestión. De hecho, los últimos cinco años se ha acelerado la cantidad de italianos que llegan a España. Y ya no van tanto a Barcelona. Madrid casi ha alcanzado a la capital catalana. "Los jóvenes allí no tienen futuro, ni en el sur ni en el norte, hay mucha más precariedad y muchos más impuestos".
Una visión, la que tiene que ver con el tipo
impositivo, a la que se apunta Ferdinando Meo, milanés de 37
años. Meo llegó hace tres años y medio para gestionar como CEO la filial
española de la multinacional Groupon. "Es normal que estas empresas tengan
su sede principal del sur de Europa en Italia y que cuando abren sucursales en
otros países mediterráneos seamos los italianos quienes las lideremos",
explica. En su opinión, el hecho de pagar menos impuestos es algo muy atractivo
para estos directivos extranjeros. "En Madrid o en Barcelona hay
mejor ambiente que en Milán. Se vive mejor porque además nosotros cobramos lo
mismo y la vida es bastante más barata", explica el ejecutivo, que ahora
ha fundado su propia empresa, Alkemy
Iberia, dedicada a asuntos digitales diversos.
Casi todos los italianos, incluidos algunos que
prefieren no dar su nombre, creen que durante los últimos 20 años, y
coincidiendo con la irrupción de la figura de Silvio Berlusconi,
la sociedad italiana se ha fracturado además de en el tradicional eje norte-sur,
en otro más difuso que tiene que ver con valores sociales.
La llegada de estos últimos italianos ha configurado
un mapa en el que hay presencia de todos los estratos sociales y todas las
procedencias desde la península itálica. En los últimos años, la
nacionalidad extranjera más presente en los barrios del centro de Madrid es la
italiana. "Los restaurantes y los servicios para italianos son
ahora muchos y excelentes. ¡Hay hasta pizzerías tan
buenas como las de Italia!", exclama una de las diplomáticas de la
embajada. Uno de esos comercios italianos lo abrió hace pocos meses un veterano.
Tiene hijos mayores. Vende lasañas y canelones en una minúscula tienda en lo
que se ha empezado a llamar el 'Little Italy' de Madrid, las calles aledañas al
Liceo Italiano, en el distrito de Chamberí.
"Hay de todo y de todas partes de Italia",
es el resumen de Andrea Vota, natural de Catania, de 35 años.
Su historia, como la de muchos otros, tiene que ver con un curso, en este caso
del Instituto de Empresa, y un avistamiento de una sociedad que le pareció
"más acogedora". Sin embargo, el día a día de Vota es más original: fundó
una ONG en Madrid que recoge los excedentes alimentarios de eventos tipo bodas,
bautizos, comuniones o convenciones de empresas. No gana nada con
ello, simplemente evitar que se tire la comida y así se pueda usar en comedores
sociales. Vota, que estudió Ciencias Políticas, cree que más allá de otras
razones más profundas, basta con "el clima, la calidad de los servicios,
la facilidad de la vida cotidiana y un nivel de renta bastante alto" para elegir
España.
Y un último apunte que desliza Grosso. "Será
más normal irse a Alemania o Reino Unido por la economía y, de hecho, muchos lo
hacen, pero en España, además de lo cultural y el idioma, los italianos
todavía tenemos un poco de prestigio y se nos ve como iguales, no por encima del
hombro". Seguramente
por eso Torromaco, el guardaespaldas de Eros Ramazzoti, prefiere esperar a que
pase el tren de la buena suerte en España: "Se respira mejor".
Actividades
1. ¿Qué
importancia tiene la comunidad italiana en España? ¿Qué perfil tiene el
inmigrante italiano?
2.
Señala las principales causas por las que los entrevistados han decidido
abandonar Italia
3. ¿Cuáles
son las principales razones que han llevado a los italianos a escoger España
como destino?
4. ¿Qué
es Altamarea?
5. ¿A
qué se dedica la ONG de Andrea Vota? ¿Cuál es su finalidad?
Selecciona
en el texto las palabras relativas a profesiones, puestos de trabajo y títulos
de estudio:
Une cada
palabra con su sinónimo Relaciona cada evento con una edad
Muchacho Comercio Bautizo Adulto
Extranjero Económico Comunión Recién nacido
Costumbre Chico Boda Niño
Impuestos Compañía
Barato Forastero
Empresa Tributos
Tienda Tradición
Une cada expresión con su definición
·Mirar por encima del
hombro · Arraigar. Establecerse en un lugar definitivamente
·Echar raíces · Conducta que
no acepta otras formas de pensamiento
·Ser de mentalidad
cerrada · Tratar a alguien como
si fuese inferior, con menosprecio
Redacción
Italia es un país
receptor de emigrantes, ¿Qué motivaciones crees que tienen las personas que
intentan llegar a tu país? ¿Son las mismas que la de los italianos que salen
fuera de sus fronteras? ¿Crees que encuentran los mismos problemas de
integración social? Habla de puntos en común y diferencias de ambos fenómenos
migratorios.
Y tú, por llevar la contraria... 😂
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