Paleodieta: el regreso a
nuestra esencia ancestral
La
recuperación de los patrones de alimentación y actividad física que teníamos
cuando éramos cazadores-recolectores gana cada vez más adeptos
El sol
aún está alto cuando el grupo de sapiens descuartiza al bisonte que acaban de
cazar. Las hienas no tardarán en aparecer así que trabajan con rapidez para
cargar cuanto antes con los grandes trozos y regresar a la carrera a su
asentamiento. Esta escena bien pudo producirse hace 30.000 años. Pero, ahora,
cada vez más personas intentan reproducir el patrón de vida «paleo» que nos moldeó a los humanos modernos.
Lo hacen tanto a nivel de dieta (paleodieta), como de actividad física
(paleotraining).
«En los
últimos 160.000 años de evolución, nuestro código genético solo se ha
modificado un 0,1 %; por tanto, nuestro genoma se ha establecido en un contexto
de cazador-recolector. Sin embargo, nuestra alimentación actual no tiene nada
que ver con la de antes de la llegada de la agricultura, hace 10.000 años»,
explica a ABC, Carlos Pérez,
fisioterapeuta, especialista en medicina natural y autor de libros como
«Paleovida» y «Paleotraining».
El
movimiento «paleo», que nació en EE.UU. en los años 80 siguiendo las pautas del
profesor Loren Cordain y
del investigador Boyd Eaton,
defiende que la paleodieta, basada en un elevado consumo de frutas, verduras,
carne roja, pescado, huevos, marisco, frutos secos y grasa... saludable (la del
pescado azul, aceite de oliva y de animales criados en el campo), es la única
adecuada a nuestra composición genética. «Hace 500 generaciones (y durante los
anteriores dos millones y medio de años), todos los seres humanos comían así.
Es la dieta para la que estamos adaptados», afirma Cordain en su libro Paleodieta.
José Luis Guil Guerrero, del Campus de Excelencia en Agroalimentación de
la Universidad de Almería, publicó recientemente un artículo en el que
aseguraba que el omega-3 de la grasa de los bisontes fue esencial para
sobrevivir a las glaciaciones. Según sus investigaciones, en esa época, «la
dieta se basada en productos animales, sobre todo grasa, porque la proteína es
tóxica y más de medio kilo de carne diario produce una gran cantidad de
residuos nitrogenados», señala. Pero
realmente paleodietas ha habido muchas. «Cada época del Paleolítico ha sido distinta. No fue lo mismo la
alimentación de quienes vivían en los hielos de Europa y cazaban mamuts, renos
o bisontes, que la de los que estaban en África, donde había acceso a frutas y
vegetales. En otras zonas recolectaban bellotas o marisco, como ocurría en
España».
El
patrón de la moderna paleodieta concuerda en parte con la dieta mediterránea, a
excepción de cereales, legumbres y lácteos, que son excluidos o reducidos al
mínimo. «El doctor Alessio Fasano,
de Harvard, define el gluten de los cereales como una molécula no digerible por
ningún ser humano que altera nuestro equilibrio metabólico. En cuanto a los lácteos,
los «paleo» argumentan que la lactosa es más difícil de digerir conforme
cumplimos años. Pero conviene no olvidar un detalle. «La costumbre de consumir
leche en Occidente se debe a que es muy rica en calcio. Se pueden eliminar alimentos, pero no nutrientes. Si
quitamos la leche tenemos que buscar otra fuente de calcio, y el de la leche es
muy biodisponible. De las almendras y los garbanzos lo podemos obtener, pero se
absorbe peor. Hay que saber mucho de nutrición para sustituir un alimento por
otro sin tener carencias», advierte González-Gross.
El otro
gran pilar del movimiento «paleo» es la actividad física. Airam Fernández es coautor,
junto con Carlos Pérez, del libro «Paleotraining» y también es el precursor de
este modo de vida. «El paleotraining es un movimiento genuinamente español que comenzamos a desarrollar en 2006.
Estudiamos cómo podía ser la actividad física de nuestros ancestros y
desarrollamos un modelo replicable en la sociedad actual. Se trata de recuperar
capacidades físicas que faciliten la resolución de dificultades en la vida
cotidiana», dice Airam Fernández. Y
puntualiza. «La gente cree que levantamos palos y piedras en el campo, y no es
exactamente así. Nuestro trabajo se desarrolla a diario en salas y es cierto
que hacemos salidas puntuales. Pero lo que de verdad tenemos es el modelo de
entrenamiento funcional más sofisticado que hay en el fitness. Buscamos
recuperar un nivel de actividad que nos devuelva la felicidad porque el movimiento lo tenemos grabado en
nuestros genes», afirma.
Y aquí
hay poca discusión. «El gran problema de la sociedad occidental es el sedentarismo. Ese sí que
supone una modificación muy reciente. Una persona activa metaboliza mejor los
nutrientes y tiene un sistema inmune más fuerte. Si se separa el estilo de vida
de la dieta, esta no sirve para nada», concluye González-Gross.
Fuente: ABC
Fuente: ABC
Encuentra en el texto palabras para los
respectivos campos semánticos
ALIMENTOS
|
ANIMALES
|
Une cada palabra con su definición:
Descuartizar Hacer algo
para hallar a alguien o algo
Cargar Ejercitar,
adiestrar, instruir
Cazar Dejar de tener en la
memoria lo que se tenía o debía tener
Olvidar Hacer pedazos algo
para repartirlo
Buscar Llevar a cabo algo. Exponer con amplitud un tema
Desarrollar Buscar
animales para matarlos
Entrenar Poner
o echar peso sobre algo o alguien
Traduce al italiano las siguientes frases:
La
costumbre de consumir leche en Occidente se debe a que es muy rica en calcio. Se pueden eliminar alimentos, pero no
nutrientes.
Hay que
saber mucho de nutrición para sustituir un alimento por otro sin tener carencias
Si se
separa el estilo de vida de la dieta, esta no sirve para nada.
La
gente cree que levantamos palos y piedras en el campo, y no es exactamente así.
Las siguientes
palabras aparecen en el texto. Ordénalas y descubre de cuáles se tratan:
CINDATAD
SEVINDORTIGA
DOIRAI
ULSALEBDA
VEROVIBRIS
Comprensión y expresión:
1. ¿Cuáles son los dos
grandes pilares del movimiento paleo? ¿En qué consisten?
2. En el texto se dice: “El gran problema de la sociedad occidental es el sedentarismo”
¿Por qué crees que nuestra sociedad es sedentaria?
3. En tu opinión, ¿Sobre qué principios se sustenta una vida sana?
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