En las primeras décadas del siglo XX asistimos en Espana a un florecimiento de la actividad literaria nacional que alcanza su máxima expresión con la Generación del 27, un grupo literario integrado por autores como Federico García Lorca, Vicente Aleixandre o Rafael Alberti, al que también se asocian mujeres como María Zambrano y Maruja Mallo.
La producción de estos autores se vincula a los ambientes liberales e internacionales de la II República y sus obras se caracterizan por adoptar un tono de mayor compromiso social y político. Sin embargo, la radicalización política y la polarización ideológica de este periodo desemboca en fuertes tensiones que arrastran al país al desastre de la guerra civil (1936-1939).
Con el final de la guerra y el inicio del Régimen del General Franco (1939-1975) se interrumpe un periodo muy fecundo en la historia y la cultura española. La mayoría de autores e intelectuales abandonan el país y continúan su actividad desde el exilio.
El fin de la II Guerra Mundial conduce a España a un aislamiento internacional hasta que, a mediados de la década de los 50, el nuevo escenario geopolítico de la guerra fría favorece el reconocimiento del Régimen de Franco por parte de los países occidentales.
Con la aceptación del franquismo empieza a desvanecerse la esperanza de volver de muchos de los escritores republicanos exiliados, entre éstos destaca la figura de Rafael Alberti, un símbolo del exilio tanto por su compromiso político como por el extraordinario valor de su producción literaria. El autor de Marinero en tierra se instala en Roma en 1966 procedente de Argentina, país en el que había permanecido desde el final de la guerra. Aunque está más cerca de España aún añora su tierra desde una Italia a la que se siente muy vinculado. En ese mismo año la Asociación cultural franco-española organiza un homenaje a Alberti en París. Este evento tiene el doble objetivo de celebrar la figura del poeta andaluz y de denunciar la situación política en España. Curiosamente, a pesar de la falta de libertad en España, el homenaje a Alberti tendrá repercusiones en la prensa española, que desde hacía poco había aprobado una nueva ley de prensa que relajaba la censura. Son muchos los artistas e intelectuales, encabezados por Pablo Picasso, los que firman el apoyo a Alberti y su rechazo al Régimen. Para el homenaje, un amplio grupo de artistas realiza una serie de dibujos de diferente categoría profesional y diferentes tendencias artísticas que van del realismo social al arte abstracto. Estos trabajos constituyen un buen ejemplo del deseo de muchos artistas por contribuir al cambio artístico y político en España.
Los dibujos, que fueron entregados a Alberti durante el homenaje, se exhibieron en la Exposición EXILIARTE, una muestra en la que se rememoraba aquel evento y que pudimos disfrutar en Piazza Navona, en la Roma de Rafael Alberti.
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